1 de enero de 2016

Encuentro de poetas, Osvaldo Guevara


ENCUENTRO DE POETAS

a Oscar Guiñazú Alvarez

Vienen de soledades
de oquedades
de ciudades con cielos como piedras
de pueblos con domingos como lápidas.
Traen tinta en las uñas y pestañas.
Olfatean de lejos el paisaje
y corren hacia él con los nervios al viento
como bestias sedientas hacia un agua caída.

Largan sus voces ávidas
que remontan el aire aleteando confusas
atontadas de luz
igual que esas palomas
a las que sueltan juntas para las efemérides.

Hablan golosamente entre eÍlos
dísonos y armoniosos
dulces batracios húmedos de músicas insomnes.
Se intercambian los versos
beben intensos vinos
improvisan amores que más tarde
hay que pasar en limpio
como a poemas bruscamente escritos
y que después rompe una mano
indiferente o sabia.

Viven dias sonoros
noches alucinadas
madrugan entre vasos entre besos
cantan con las gargantas en dirección al sol
y se acuestan mareados de alcoholes o de sílabas
pensando en la poesía
como en un túnel tierno con un final de luz
como en un puente elástico para atar lejanías
como en una alta aldea que acaba en el azul
como en un yuyo mágico que cura de la pena
esa pena tan viva que no ayuda a morir.

Se van los días pródigos
huyen entre poemas vinos pájaros piedras
entre alcoholes que cantan
entre amores fugaces y eternos como un hambre
entre palabras sin horario
entre ocios sin castigo.

Llegan las despedidas
los adioses
parten ómnibus grises
módicos automóviles
y el paisaje se tiende nuevamente
en su sopor de siesta provinciana
en tanto que las calles
se despueblan de besos serenatas asombros.

Ellos regresan a sus soledades
a sus ciudades duras o amarillas
sus pueblos como lápidas
sus cielos como piedras
sus oficinas largas como túneles
sin un final de luz
sus cigarrillos ojerosos
sus poemas guardados en carpetas
que huelen a expedientes musgosos y ateridos.

Ya se encontraron
en Villa Dolores
una vez más
los poetas.
Se vieron y se oyeron
se palparon los sueños
bebieron alegrías que ya duelen
como el azul a un río congelado.

Llevan amores truncos
versos en servilletas usadas por la noche
briznas de sol en los bolsillos
migas de suculentas montañas en la piel

De tanto en tanto
mientras se alejan como desterrados
vuelven los ojos hacia atrás
y ven las horas ebrias que quedaron
las bocas que escucharon o besaron
las veredas que iban hasta el sol
sin advertir el abismal camino
que los rueda hacia el gris
la soledad
el desamor
los lunes.

Y todavía encuentran
un gajo de ternura
un sabor que aletea confuso y atontado
el sonido de un beso
algún poema sin olvido.

Yo encontré este poema
que más que mio es de ellos
los poetas
los ángeles custodios de mis manos cansadas
mis manos con horario
que ellos empujan desde lejos
hacia la poesía
ellos
los poetas
que han fundado otra vez mi patria del encuentro
con la sed
la amistad
el amor
palabras.


Osvaldo Guevara de Niña Carmen Maccio hermanos editores (1983)
 Lalo Arguello, Osvaldo Guevara,  Leonardo Dellepiane, Walter "Ruleman" Perez, Adrian "Zahir" Salagre, Andrés Nieva y Jose Luis Colombini (22 de Octubre de 2008)

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