31 de agosto de 2015

A la intemperie Elvio Romero

A LA INTEMPERIE

Somos hijos de la intemperie,
           de la indolencia y de la tierra.

Por eso el perfume salvaje
           de las flores en tu cabeza,
por eso es que corres descalza
           por los senderos de azucena,
por eso es que te despeinan
           los vientos de la cordillera,
por eso y por la quemadura
           que nos enciende sobre la arena.

De nuestro pecho han salido
           como brotes de una pradera
esas substancias desesperadas
           y esas aguas de noche negra,
y la iracundia y la codicia
           de los que en la tarde se besan
y esos pájaros deslumbrantes
           que enloquecen tu caballera,
y ese gran cielo enronquecido
           de oscuras aves carniceras,
y la galaxia y las serpientes
           que insolentan las madrigueras,
todo eso y la quemadura
           que nos enciende sobre la arena.

¡Somos hijos de la intemperie,
           de la indolencia y de la tierra!

 Elvio Romero


De un Relámpago herido (1967)

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