REQUIEM
a Liz Azcona Cranwell
¿DORMÍAS, entre la luz o la tiniebla de los
últimos
[ días?
¿Cómo fueron tus ángeles?
Vinieron de una tierra sin olvido
perfumando caballos que sólo existen en mis
sueños.
El sabor de las almendras
el aquietado té
los papeles en el piso
las cifras de tu nombre
la malta
y el poema
clavado a tu garganta.
Ahora Liz, toda la sed será saciada.
La verticalidad del piano se acobarda
y en las mudas teclas
tocó la muerte un blues que conocimos.
Nos queda la palabra de tu boca sedienta
y tu mirada fija
y tus intermitencias.
Ahora Liz, toda la sed será saciada.
Y nos quedamos solos
aprendiendo tu última poesía
el corazón destrozado
y sólo un destrozado corazón
es capaz de amar y de cansarse.
Toda la sed es niebla
y toda niebla es fría
al cruzar el umbral.
Ahora Liz, toda la sed será saciada.
Cierro los ojos y sonríes
porque tu cielo
es el país de la alegría.
Leandro Calle
de Noche extranjera,
Ediciones del Copista 2007. Colección Fénix Nº 41 Dirigida por Pablo Anadón
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