A Perséfone
Pasamos al lado sin rozarnos
como si fuéramos dos insólitos desconocidos.
Pasamos uno al lado del otro
dribleándonos para evitarnos.
Te vi mientras caminamos por veredas
abarrotadas de sueños acribillados
por el murmullo de los que buscan suertes.
Te vi de frente esquivando
ilusiones contaminadas
por la inmundicia.
Te vi tan hermosa como nunca,
tan suave como siempre
tan elegante como a veces
tan grácil como cuando te vestías para el.
Te vi y no atine a decirte nada.
Por segundos nuestras miradas se cruzaron
y tus ojos no me mostraron nuevos mundos
ni gritaron las palabras que quería oír.
Tal vez eso es lo mejor. Quien sabe.
Nos vimos frente a frente
y con mi mirada bese los labios fríos
de la que lleva la muerte.
Jose Luis Colombini
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