25 de marzo de 2024

Este es mi diario:, Teresa Wilms Montt


 Este es mi diario:
 
En sus páginas se esponja la ancha flor de la muerte diluyéndose en savia ultraterrena y abre el loto del amor, con la magia de una extraña pupila clara frente a los horizontes.
Es mi diario. Soy yo desconcertantemente desnuda, rebelde contra todo lo establecido, grande entre lo pequeño, pequeña ante lo infinito…
Soy y…
 
TERESA DE LA +
 
Miro mi faz sobre la charca podrida y ella me devuelve el reflejo tan puro como el más nítido espejo. A pesar de que en mi alma se albergan lastimeras cuitas se ilumina mi rostro al reír, como encendido al rescoldo de una santa alegría.
Maldigo y es de tal manera armónico el gesto de mis brazos en su apóstrofe dolorido, que diríase que ellos se levantan a impulsos de una fuerza extraña, para ofrendar sus preces en una bendición al Omnipotente.
Miserable lloro, retorciendo mis angustias como a sierpes que quisiera aniquilar, pero en mi camino se detiene a tiempo un santo, un bondadoso, un sencillo y enjugando mis ojos me dice: ­¡Qué buena eres! Llora, que esta agua que vierte el alma endurecida, bendita es, la recoge Él, que está más alto- ­y señala los espacios.
No puedo ser mala, no; la bondad me sale al encuentro. Paréceme que el mismo mal se hubiese vestido de gala para desgarrarme el corazón.
Quiero que en sabia esencia, la Paz descienda sobre mí y anegue generosa en frescura mi interior carcomido. ¡O h siglo agonizante de humanas vanidades! He cultivado un pedazo de terreno fecundo, donde puedes desparramar las primeras simientes destinadas a la Tierra Prometida.

 
Teresa Wilms Montt

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