Lágrimas de un mono
Yo quiero cautivar tu desesperación, oh
mono
adiós.
Tiemblas tanto en tus islas negras, oh mono
adiós.
En los embarcaderos el color encendido en
tus
ojos tiene tanta fe.
Oh mono, retén el equilibrio de tu asombro.
Yo ya tiemblo en tus islas, mono adiós.
Tu odio virginal es idéntico a cuando se
cruza
mi alma con el mundo.
Francisco Madariaga
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