Yo
en un monte de olivos
Como
un volcán dormido de mentira
—parezco
al parecer tan descansada—.
Un
ocio agotador que así me enciende,
Brotan
de mi costado las palabras.
Sudo
tinta y tengo sed, sed tengo,
Mucha
sed de manos enlazadas.
Por
la punta del monte de mis senos
Por
la punta del lápiz va la lava.
Va
balada a tus pies o bien protesta,
En
una piedra al sol, arrodillada
Y la
pasión del hombre se me representa:
Veo
celdas con rejas, hospitales sin camas,
Sabios
con atómicas, analfabetos con ayuda de cámara,
Viudas
con marido, casos sin casa,
Niños
crueles, perras apedreadas,
La
traición de un amigo, la destrucción de un alma.
¡No
puedo más!... Me levanto y dicen:
—Ahí
va Gloria la vaga.
—Ahí
va la loca de los versos, dicen,
la
que nunca hace nada.
Gloria
Fuertes
(De
Cómo atar los bigotes al tigre, 1969)
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