Apoyé la mano
sobre un poema.
Nada sobresalía
en él.
¿Cómo decirlo?
Su voz era
la de quien
acerca la cuchara
a un enfermo
y le dice:
"toma' un poco de sopa
te va a hacer bien".
Eso sentí
cuando apoyé la mano
y el corazón
sobre el poema
sin montes
ni bordes.
Que tenía
esa voz.
Jorge Luis Carranza
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