Todavías y esperanzas
Sacudido por vientos
descendentes, soy un hombre común,
una indecisión
entre un día y la sombra.
Una
pequeña explosión
invitada a cometer errores,
que podrán simplificarse en cenizas
o algo parecido.
Soy apenas la brevedad
de un orilla entre distancias divididas
que trae lo que
ola lleva:
sal, vanidad y espuma
para romperse
en un fulgor de escarchas.
Soy una monotonía,
un tiempo postergado hasta nuevo aviso
que ama y se acuerda y está lejos
y sólo puede oír al corazón
que no busca
la posesión ni la victoria.
Lo que vendrá ya es conocido
pero aún quedan todavias y esperanzas,
bebamos un sorbo de alegría y
manden a comprar pan
no
digo el de hoy,
tal vez el de mañana, el fuego no establece
su claridad, sino en el error y la belleza
de los bosques en cenizas.
Claudio Suarez
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