La noche del alma
Quizás lo que nos salva
son los raros momentos, en los que hay
luz de otro tiempo en las ventanas
y la blanca pared nada profana
que vive limpia de indulgencia.
El mundo todavía sigue ahí
y la luna va creando un recuerdo vecino:
otra realidad y aún estamos a tiempo
de contarnos algo.
En la noche del alma,
qué palabras vendrán a dar su aliento,
sino aquellas que nunca fueron dichas.
Claudio Suarez
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