4 de agosto de 2022

Por si me muero, Sandro Tedeschi


Por si me muero, Sandro Tedeschi
 
por si me muero de repente quiero dejar la fecha puesta
veinticinco de setiembre de mil novecientos sesenta y cinco
a los veinte años once meses de vida
un sábado de sol un poco frío
de obligación soldado de vocación subversivo
de todo lo demás las ganas de vivir
con un padre una madre una novia tres hermanos
y un amigo duro de cabeza y dueño del gesto y su secreto
 
y además entre mis papeles un pedazo de mañana
que cambia según los días y el insomnio
sencillamente el amor el poema la revolución y la muerte por hacerse
 
                                                                               25 SETIEMBRE 65

Sandro Tedeschi:
 
Nació en Buenos Aires el 18 de Octubre de1944. Si difícil es decir todas las cosas que hizo en sus casi 22 años de vida, mas difícil es imaginar cuanto hubiera podido llegar a hacer.
Todo lo emprendió siempre como un auténtico creador, consciente de su propio compromiso. Periodista desde los 18 años, estudió en el colegio nacional de Buenos Aires, fue discípulo del taller de pintura de Pati Blumenzweig y Mario Pucciarelli y había elegido a Robert Capa y a Henry Cartier Bresson como maestros de su cámara.
Luchino Visconti representaba la máxima aspiración de su vocación cinematográfica.
Dejó dos libros inéditos 33 poemas y un epitafio (1963) y Fe de erratas y otras consideraciones (1965), guiones de cine, óleos, collages y fotografías.
Desde 1963 era alumno de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y, faltándole pocos días para obtener la baja del servicio militar, planeaba seguir el primer curso de la Escuela de Cine del Instituto Nacional de Cinematografía.
Su obra poética abandonó los módulos decorativos donde se conjugaban coloridas reminiscencias barrocas en un mundo impregnado de su realismo, para tomar con firmeza la descarada verdad sobre si mismo que nos arroja en Fe de erratas y otras consideraciones. Aquí la metáfora es un espejo de imagen deformante del que se vale para atrapar la realidad.
Es la suya una poesía consustanciada íntegramente con su existencia, que resume su múltiple y despierta vitalidad. Una poesía que es ya más que un presagio de inminente granazón, en la que la ausencia de resabios formales hace resaltar mas aún la hondura de su aliento, auténtico y cotidiano.
Sandro Tedeschi murió el 4 de marzo de 1966 mientras cumplía su misión de vivir con alma y vida. La muerte – su propia muerte, motor de actividad incansable- lo visitaba a menudo en sus poemas. Muchas veces escribió su propio epitafio, pero siempre volvía a este de1963: “Murió con el poema puesto en la larga jornada hacia si mismo”.


 

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