Aldeanita
Aldeanita de seda
ataré mi corazón
como una cinta a tus trenzas
Por que en una mañanita de carron
(a este bueno aventurero de emociones)
Le diste el vaso de agua de tu cuerpo
y los dos reales de tus ojos nuevos
Carlos Oquendo de Amat
Carlos Oquendo de Amat (Puno, Perú, 17 de abril de 1905 - Guadarrama, España, 6 de marzo de 1936), fue un poeta peruano, considerado uno de los mayores poetas peruanos de la historia y, junto con sus compatriotas César Vallejo, Martín Adán y César Moro, como uno de los más fecundos exponentes de la Vanguardia en el Perú.
Recibió una esmerada educación de parte de sus padres, pertenecientes a la elite regional, que le permitió adquirir una sólida formación intelectual. A raíz de la persecución política a su padre, candidato a una diputación provincial, la familia se instaló en Lima, en 1908, cuando el poeta contaba con sólo tres años de edad. Su educación se desarrolló íntegramente en la capital, volviendo al terruño materno en esporádicas y breves ocasiones.
A través del también poeta Xavier Abril logró vincularse con el ambiente literario limeño y conoció a Manuel Beingolea, su amigo y benefactor, los hermanos Enrique y Ricardo Peña Barrenechea, Rafel Méndez Dorich, entre otros intelectuales.
Su obra es de carácter claramente vanguardista, una de las que inauguran esta corriente en el Perú. Publicó un solo poemario entre los 23 y 24 años de edad llamado: 5 Metros de Poemas, su obra maestra (1929), que es una única hoja que mide aproximadamente cinco metros, desdoblable como un acordeón y que, al abrirse, deja ver el panorama de poemas que corren uno detrás de otro, a manera de una película de cine y en la que cada poema es una imagen casi onírica de un mundo extraño pero sugerente, fotogramas con escenas que se suceden de una belleza incomparable.
En sus poemas usa el recurso de los caligramas que ilustran las imágenes poéticas que desea crear. Asimismo, hace referencia a la tecnología y la cultura de su tiempo. Sus poemas, influidos por el creacionismo y el ultraísmo, sorprenden así por su forma literalmente gráfica.
En 1918, a la muerte sorpresiva de su padre, el médico Carlos Belisario Oquendo hicieron que las falencias económicas empezaran a agudizarse. Y en 1923 falleció Zoraida Amat Machicao, su madre, mujer de proverbial belleza aunque sumida en sus últimos años en un penoso ostracismo de miseria y enfermedades. Fue éste el golpe más duro que al poeta le tocó soportar a lo largo de su breve vida. Estudió la primaria en una escuela de los Barrios Altos, un suburbio obrero colindante al centro de Lima y, posteriormente, gracias a una beca, estudió la secundaria en calidad de alumno interno en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe.
De espíritu soñador, su trabajo poético se expresó en su propia naturaleza interior, que le proporcionó sugestivas imágenes que, quién sabe, seguramente lo ayudarían a vivir. "Tuve miedo/ y me regresé de la locura", dice, o: "Se prohíbe estar triste". Pero también nos muestra imágenes de América. "El cielo de pie con su gorrita a cuadros/ espera/ los pasajeros/ DE AMERICA". La vanguardia llegó al Perú principalmente a través de Carlos Oquendo de Amat, (1905-1936), poeta puneño que publicó en 1927 un libro que llamó Cinco metros de poemas, que se abría como un acordeón, y que era un objeto lleno de poemas, absolutamente diferente de los libros tradicionales, de tal modo, "Cinco Metros de Poemas" escrito desde su adolescencia (algunos poemas figuran fechados con los años 1923 y 1925) y publicado en 1929, siendo un libro que en su tiempo se incorporó desafiante a la corriente vanguardista, caracterizada de una intención renovadora, de avance y exploración, ya que después de la Primera Guerra Mundial se buscaron nacientes símbolos que pudiesen reflejar el camino de una nueva civilización social, artística y cultural, edito dicha obra en un libro de peculiares características: estaba presentado en papel continuo que se desplegaba como film respondiendo dicho formato por exactos 5 metros.
Se sabe que Oquendo de Amat viajó en 1929 a la ciudad de La Paz Bolivia, de donde fue expulsado por sus ideas políticas. En 1932 en la ciudad de Arequipa fue responsable del partido que fundara José Carlos Mariátegui, uno de los intelectuales más importantes del país. En 1934 es desterrado a Panamá. Se conoce que también estuvo en Costa Rica y México, en su itinerario de desterrado a Francia primero, y luego a España donde falleció el 6 de marzo de 1936.
Carlos Oquendo de Amat falleció en Guadarrama, poco antes de iniciarse la Guerra Civil Española. ¿Y cómo era Oquendo? Alberto Tauro nos dice: "Recuerdo a Carlos Oquendo de Amat como un personaje singular, inconfundible. De mediana estatura, delgado; sus hombros caídos afectaban una compleja actitud, que por igual trasuntaba cansancio o timidez; y siempre lucía pulcramente, aunque su atuendo mostraba las huellas del uso... A todos era evidente que su vida cotidiana transcurría entre dificultades. Muchos la reputaban desordenada, y más o menos envuelta en los delirios artificiales de la bohemia; otros se limitaban a juzgar que había algún misterio en su falta de ubicación precisa, así como en el nimbo trashumante de sus apariciones y ausencias".
Recién en los últimos años, es que se reconoce el valor de Carlos Oquendo de Amat a través de su trabajo literario, rompiendo las fronteras y siendo considerado como el pionero de la vanguardia de la Literatura latinoamericana. Murió en la ciudad de Navacerrada España, el 6 de marzo de 1936, pronto a cumplir los 31 años de edad, ya que dos meses antes había sido internado en un hospital de Madrid, enfermo de tuberculosis.
Su vida de soledad, pobreza y miseria, como un ejemplo "misterioso y lamentable" del destino de muchos jóvenes poetas latinoamericanos, que terminaron creando sin querer un mito con respecto a su vida, motivó al escritor peruano Mario Vargas Llosa a tomarlo como el poeta modelo en su discurso oficial en Caracas, cuando fue distinguido con el reconocido Premio Rómulo Gallegos en 1967.
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