Una vez
el viento de la casa
sopló como nunca .
Se abrieron
puertas
y ventanas
de una vez
y para siempre.
Bajo una luz muy alta
la casa partió partida
hacia el mundo
en cada uno
de nosotros.
El agua
que pasó
incesante
bajo el puente
pulió
pulió
pulió.
Aún así
si se mira
con detenimiento
en cada trozo de la casa
puede verse
la casa entera.
Jorge Luis Carranza
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