POEMA
A María Rosa Maldonado
Vengo del humo, del aire,
del fracaso, del polvo, del olvido.
Me forjaron así: con esta carne frágil,
temblorosa,
con esta larga dolencia provinciana
que atraviesa los huesos y el aliento
y dispone mis ojos
al largo corredor de la nostalgia.
Soy de espuma, de uvas, de naranjos,
de lluvias que descienden sobre la tierra oscura
a encender en la tarde
el verde candil de la esperanza.
He comprendido la dimensión exacta
de la muerte.
Su estructura de ojos impasibles
decretando en los días
la frágil latitud de lo viviente.
He medido los límites y la impotencia crece.
Como crece la hierba, como crece la fábula
impregnada de luz donde se moja insomne
la agreste corteza de mi canto.
CARLOS GARRO AGUILAR, de "Puertas", Narvaja
Editor, cba, 1997.
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