19 de junio de 2020

Canción para comer las uvas, Antonio Esteban Agüero


Canción para comer las uvas

Con un hambre de bestia primitiva,
Heno de flores en la sangre oscura,
y una sed animal por la garganta,
yo como las uvas.

Los trenes se borran a lo lejos,
a la distancia la ciudad se esfuma,
y me miran alondras y caballos,
mientras como las uvas.

Rubio sol otoñal y delicioso
sabor de tierra germinada y húmeda
me navegan la sangre sensitiva
mientras como las uvas.

Como el músico joven que en la noche
vela semillas que abrirán en música,
más alá del metal y la madera,
yo como las uvas.

Como el hombre que besa una muchacha
y con livianos dedos la desnuda
hasta dar con la trémula corola
yo como las uvas.

Recupero perdidas dignidades,
vuelvo a la hora deslumbrante y única
del hombre más libre que las aves
mientras como las uvas.

Me desnudo de torpes apariencias,
¡oh! disfraces de raza y de cultura,
y olvido el idioma y la frontera.
mientras como las uvas.

Sin pensar en el átomo que guarda
las claves del sol y de la angustia
este mañana, con la luz en marzo,
yo como las uvas...



Antonio Esteban Agüero
De Canciones para la voz humana. Edición de María Rosa Romanella de Agüero diciembre de 1973

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