Canción para comer
las uvas
Con un hambre de
bestia primitiva,
Heno de flores en
la sangre oscura,
y una sed animal
por la garganta,
yo como las uvas.
Los trenes se
borran a lo lejos,
a la distancia la ciudad
se esfuma,
y me miran
alondras y caballos,
mientras como las
uvas.
Rubio sol otoñal y
delicioso
sabor de tierra
germinada y húmeda
me navegan la
sangre sensitiva
mientras como las
uvas.
Como el músico
joven que en la noche
vela semillas que
abrirán en música,
más alá del metal
y la madera,
yo como las uvas.
Como el hombre que
besa una muchacha
y con livianos
dedos la desnuda
hasta dar con la
trémula corola
yo como las uvas.
Recupero perdidas dignidades,
vuelvo a la hora
deslumbrante y única
del hombre más
libre que las aves
mientras como las
uvas.
Me desnudo de
torpes apariencias,
¡oh! disfraces de
raza y de cultura,
y olvido el idioma
y la frontera.
mientras como las
uvas.
Sin pensar en el
átomo que guarda
las claves del sol
y de la angustia
este mañana, con
la luz en marzo,
yo como las
uvas...
Antonio Esteban
Agüero
De Canciones para
la voz humana. Edición de María Rosa Romanella de Agüero diciembre de 1973
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