2 de enero de 2020

Un punto de fuego, María Meleck Vivanco


Un punto de fuego

A la poeta Olga Orozco

No nubes No huesos temblorosos en hogueras de sol
No ruidos  blandos de la tierra mojada en el ocaso
No abanicos de azucarados tintes en el fondo de un lago enardecido
No murallas de miel que descorran brechas azules de nieve in descifrable
No peces adormilados como flores de burbujas lúcidas que abren y cierran gargantas en llamas
No bosques y piedras radiantes lamidas por ásperas lenguas de gnomos
No testimonios y harapos de siniestros mendigos suplicantes
No mariposas de piedad y misterio estremecidas en ataúdes de cuarzo
No timbales desesperados de Dios
No espejos girantes empañadas de coléricas lágrimas
Ni vientos resinosos que calcinen las alas de los pájaros  el mar
Sino una larga cadena de furias

cuya voz sea un punto de fuego en la tierra

María Meleck Vivanco
De Los Infiernos Solares, Fundación Argentina para la poesía (1988)

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