31 de enero de 2020

Por vallejo, Gonzalo Rojas


Por vallejo, Gonzalo Rojas


Ya todo estaba escrito cuando Vallejo dijo: Todavía.
Y le arrancó esta pluma al viejo cóndor
del énfasis. El tiempo es todavía,
la rosa es todavía y aunque pase el verano, y las estrellas
de todos los veranos, el hombre es todavía.

Nada pasó. Pero alguien que se llamaba César en peruano
y en piedra más que piedra, dio en la cumbre
del oxígeno hermoso. Las raíces
lo siguieron sangrientas cada día más lúcido. Lo fueron
secando, y ni París pudo salvarle el hueso ni el martirio.

Ninguno fue tan hondo por las médulas vivas del origen
ni nos habló en la música que decimos América
porque éste únicamente sacó el ser de la piedra más oscura
cuando nos vio la suerte debajo de las olas
en el vacío de la mano.

Cada cual su Vallejo doloroso y gozoso.
No en París
donde lloré por su alma, no en la nube violenta
que me dio a diez mil metros la certeza terrestre de su rostro
sobre la nieve libre, sino en esto
de respirar la espina mortal, estoy seguro
del que baja y me dice: Todavía.


Gonzalo Rojas

30 de enero de 2020

Enigma de la deseosa, Gonzalo Rojas


Enigma de la deseosa, Gonzalo Rojas

Muchacha imperfecta busca hombre imperfecto
de 32, exige lectura
de Ovidio, ofrece: a) dos pechos de paloma,
b) toda su piel liviana
para los besos, c) mirada
verde para desafiar el infortunio
de las tormentas;
no va a las casas
ni tiene teléfono, acepta
imantación por pensamiento. No es Venus;
tiene la voracidad de Venus.

 Gonzalo Rojas

29 de enero de 2020

Oscuridad hermosa, Gonzalo Rojas


Oscuridad hermosa

Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.

Gonzalo Rojas
De contra la muerte (1964)

27 de enero de 2020

Balneario, Oscar Guiñazú Álvarez


BALNEARIO

El agua se abre de brazos frescos
para estrecharme
tras la recién pasada siesta.
El sol dibuja mapas
en las espaldas desnudas.
Traza el aire sus signos peculiares
que acarician la faz de mis anhelos,
entregándome un tiempo generoso
que se queda en mis horas
con la póliza
del abrazo,
del amigo,
del poeta
apretando los puntos cardinales
en un latir de sangres hermanadas.
Hay fundado un “encuentro” que regresa
tras un pulso estival de golondrinas.

Oscar Guiñazú Álvarez

26 de enero de 2020

Encierro, Oscar Guiñazú Álvarez


Encierro

Estas horas que abren sus cortinas
y acarician el aire
contemplan la amplitud
                                       (y la persiguen…)
Hace apenas momentos, los descansos,
ceñidos a las sombras,
quieren volverse danza… movimiento…
Mas la noche es tirana.
                                     No permite
encontrar la salida.


Oscar Guiñazú Álvarez