Cielito del Paraguay
Al verla venir
el cielo se abrió;
pregunté su nombre,
me dijo que no,
si adónde vivía
y me lo negó;
le acerqué una rosa
y un clavel punzó,
le miré a los ojos,
me dijo que no.
Cielito, cielo y más cielo,
cielito de andar y andar,
cielito de mi desvelo,
cielito del Paraguay.
La besé de pronto
y se me alejó,
vestidito blanco
de color de albor,
andar de paloma
que apenas voló;
le dije dos cosas
y se sorprendió,
le acerqué la cara,
me dijo que no.
Cielito, cielo que sí,
cielito, cielo que no,
cielo de una luna esquiva
que una noche me alumbró.
Le indiqué un camino,
me dijo que no,
le pedí el tesoro
que siempre escondió;
le pedí rogando,
le ofrecí una flor,
me acerqué cantando,
le conté mi amor,
me acerqué a sus labios,
me dijo que no.
Cielito de mis amores,
de mis horas de cantar,
cielo de siete colores,
cielito del Paraguay.
Elvio Romero
(1987)
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