3 de abril de 2019

Nocturno ambulante, Osvaldo Guevara



Nocturno ambulante

Esta noche de cálida lluvia no puedo ir contigo.

No puedo adormecerme con ms ágiles pasos
cantando en las baldosas bajo tu falda frágil.

El otro te sujeta la cintura de brisa
y cl tabaco en su voz te perfuma cl oído.

Yo soy esa tristeza de plaza en cl invierno,
de espejo, de estación sin pasajeros,
dc isla entre peñascos.

Y sé que te pierdo
como los árboles no rescatan su fruta
ni los ciegos retienen la piel de una vecina.

Agua como a pedazos muerde mi corazón.

El ruido de la lluvia se me queda en cl pecho
como una tos cansada.

Triste,
Tristísimo
camino
cruzándome con ebrios,
con vagabundos de ojos oblicuos,
con policías pálidos,
con grises prostitutas de medias color carne,


con guitarristas flacos,
con gatos fugitivos.

Tú con el otro,
el otro,
verás bailar las gotas desnudas en tus dedos
y su boca impaciente saltará sobre tu alma.

Yo termino extraviándome
bajo el celeste afiebrado de la lluvia nocturna
con mis zapatos gruesos que gimen torpemente,
hostilmente,
lúgubremente,
desentendidos de mí
como las pisadas
de esos familiares que cargan
llorando sin llorar
un ataúd.

Osvaldo Guevara
De Siempre deseando verte…   -Selección amatoria-
Cartografías ediciones, Río Cuarto, 2010

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