INESPERADA LLUVIA
I
Inesperada lluvia…
Los ojos Vueltas a los cuatro rumbos
sin recoger las nubes
cuajándose en frescura transparente.
(Con todo debo confesar un aura
acariciando insólitas esperas.)
De pronto, sobre el campo recorrido
Por esta procesión de
mi entusiasmo,
la aridez de los surcos otoñales
se quiebra.
¡Que
tensión maravillosa!
Inesperada lluvia…
Remuévese el guadal
y con las
gotas
cobran vida las gemas de una alada
primavera de luz…
y de poemas...
La sangre
pone su dosis en la piel;
y una imagen flllinb desde entonces
permanece adherida
al fervor de esta lluvia inesperada.
II
Tras el frígido blanco de las nieves
el árbol despertó
Temblaron las cortezas apagadas
frente al duende de luz.
Bajo sus resplandores
las palabras
tornaron al acento.
Las nubes del silencio
disolviéndose en savias,
y un verde con olor a primavera,
amaneció en las hojas.
Me atrevo a imaginarlo
Hay
coincidencias
alrededor del párpado de fiesta,
Oscar Guiñazú Alvarez
De Y poemas circunstanciales (1995)
Edición
Iberoamericana. San Francisco, Córdoba, Argentina
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