24 de noviembre de 2018

Elegía, Antonio Esteban Agüero


Elegía

Tus bajas nubes de oro ya no me sirven, tarde,
para dorar la dulce figura de los sueños.
Como estoy pobre, tarde, sin nada entre las manos
del corazón, sin joyas en sus azules dedos.

Me arrancaron los días la venda de los ojos,
la venda milagrosa tejida de luceros,
y ahora miro a todo como lo miran todos:
el álamo es un álamo no torre de jilgueros.

¿Por qué no me dejaron entre mis sueños, tarde?
No quiero ver ni oír, quiero ser sordo y ciego,
quiero mi claro mundo de mentida belleza,
quiero mi vieja venda tejida de luceros.

¿Te acuerdas de antes, tarde, cómo te amaba, cómo
era tu amante, el novio de Venus en el cielo?,
y cuántas veces, tarde, me sorprendió tu fuga
oyendo tus cigarras con los sentidos ebrios.

De Las “Cantatas” de un soñador. Poemas. Romance y Pastorales. De Obras Completas de Antonio Esteban Agüero, Tomo I

No hay comentarios:

Publicar un comentario