Y DESPUÉS
Los laberintos
que crea el tiempo
se desvanecen.
(Sólo queda
el desierto.)
El corazón,
fuente del deseo,
se desvanece.
(Sólo queda
el desierto.)
La ilusión de la
aurora
y los besos,
se desvanecen.
Sólo queda
el desierto.
Un ondulado
desierto.
Federico García
Lorca
De Poema del cante
jondo (1931)
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