9 de agosto de 2018

Barridas, Osvaldo Guevara



 Barridas


                        Pulvis et umbra sumus
                                               Horacio

Encorvándose aun más
barre su vereda.

La escoba es en sus manos
una llama seca.

Sin contemplar la tarde
barre la tierra.

Espanta al perro impávido
que alza una pata aviesa
junto al árbol gris
que sueña acaso otras veredas.

Derrumbándose el crepúsculo
convierte al polvo de la calle en niebla.

Un carro oscurecido
cruje en sus ruedas.

El adulto mayor
barre su propia sombra
barre la luz que queda.

Tal vez piense que pronto no podrá
espantarse la tierra.


Osvaldo Guevara

De Sin pena en la palabra, Edición de Autor (Código Gráfico), Villa Dolores, Córdoba, Argentina, 2007

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