23 de junio de 2018

Noche de sábado, Leopoldo Marechal


 Noche de sábado

Las doce campanadas eran doce mochuelos:
Alguien abrió la torre de la jaula y volaron...
¡Igual que un trompo bailará de punta
tu corazón nocturno!

Se han aturdido los relojes
En un alcohol de sombra.
Dan traspiés las agujas como veletas desmemoriadas:
Olvidaron los puntos cardinales de tiempo.

Historias infantiles:¡perfume de nodrizas!
La noche se ha estrellado con los ojos
de los niños despiertos…

¡Alma bruja, tu escoba
relinchará en el aire!

Tú sed apresuraba las cosechas más verdes.
En el cinto de grandes cazadoras
haz dejado tu pluma.
Sobre la piel del sueño se duerme tu fatiga.

¡Ah, tantos horizontes extraviados omo anillos!
¡tantos días que fueron lentejuelas
pegados a tu traje sin roturas!
Tantos minutos ebrios que giraron
Sobre la flor de los cuadrantes…

Alma mía:
sacudiré tu tronco lleno de alas que pesan
y empolvaré tus labios con la sal de otro viaje.

El día muerto
tiene los doce puntos suspensivos
de su campana.

¡Tuerce tus cañamos de baile,
rueca vertiginosa de la noche más púber!


Leopoldo Marechal
De "Días como flechas" 1926




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